A MEDIO BORRAR
"Y ahora poniéndome el sobretodo, acomodándome el cuello, recogiendo el bolso y la valija después de haberme despedido, bajando despacio las escaleras y llegando a la calle para ver los tres camiones del ejército, en hilera, justo venir desde la oscuridad, pasar bajo la luz de la esquina, lentos y continuar envueltos en la oscuridad de la próxima cuadra".
Párrafo extraído del cuento "A Medio Borrar", una historia conmovedora que define a la perfección el estilo narrativo de Saer, vasto, y al mismo tiempo poético y profundo.
El 28 de junio pasado hubiera cumplido 74 años este excelente escritor argentino cuyo verdadero reconocimiento le llegó un poco tarde, en la década del 80, cuando ya tenía cerca de diez libros publicados. Los 70 casi lo pasaron por alto.
El cuento fue escrito en el año 1971 y pertenece al libro de cuentos "La Mayor". El protagonista Pichón Garay, uno de sus tantos legendarios personajes, recorre la ciudad y sus alrededores en una interminable despedida, visitando amigos y lugares que jamás volverá a ver, antes de viajar a Paris, el exilio. Los camiones del ejército no pasan por ahí de casualidad, presagian la gran tragedia que está por producirse en el país.
Pichón va dejando lentamente Santa Fé, el exilio va mostrando de a poco su cara, mostrando sus dientes.
Todo está a medio borrar, la despedida sigue su curso:
"Y ahora el colectivo iluminado por dentro arranca, despacio, va, como quien dice, porque soy yo el que está arriba, dejando atrás la estación, las calles del centro, como un nudo de luces rojas".
A medio borrar, todo va desapareciendo, el protagonista se va esfumando como las cosas. El circulo se va cerrando y Pichón va quedando afuera de él. Pronto Santa Fé quedará a medio borrar.
La literatura de Saer parte siempre de un puñado de personajes preexistentes, tal vez anteriores a Saer mismo. El autor los toma y les da vida a lo largo de sus muy variadas historias: Tomatis, Leto, Barco,Garay y tantos otros. Precisamente es Tomatis que le pide por última vez a Garay de reever su decisión de irse: "Pichón, por última vez: desistí de tu viaje absurdo, te prometo a cambio, para lavar tus pecados agua, mucha agua".
Pero Pichón se va. Todo ya está a medio borrar. Lo que no podrá borrarse jamás es este conmovedor cuento.
